1. Formas estróficas.
Pareado. Estrofa de dos versos que riman entre sí en consonante o
asonante y que pueden tener el mismo o distinto número de sílabas. Se ha
utilizado en todas las épocas, especialmente en el ámbito popular:
En
marzo el garbanzal
ni sembrado, ni
por sembrar
Terceto. Estrofa de tres versos, normalmente endecasílabos. Por lo
general se usan una serie encadenada de tercetos que riman en consonante el
primero con el primero y el segundo con el primer verso del terceto siguiente:
Y si el cielo piadoso y largo diere A
luenga vida a la
voz deste mi llanto, B
lo cual tú sabes
que pretiende y quiere, A
yo te prometo,
amigo, que entretanto B
que el sol al
mundo alumbre y que la escura C
noche cubra la
tierra con su manto, B
y en tanto que
los peces la hondura C
húmida habitarán
del mar profundo, D
y las fieras del
monte la espesura C
GARCILASO DE LA VEGA
Cuarteto. Estrofa de cuatro versos de arte mayor con rima abrazada
(ABBA):
Escrito está en mi alma vuestro gesto A
y cuanto yo
escribir de vos deseo B
vos sola los
escribistes, yo lo leo B
tan solo, que aun
de vos me guardo en esto. A
GARCILASO
DE LA VEGA
Serventesio. Estrofa de cuatro versos endecasílabos de rima
consonante y cruzada (ABAB):
Valerosos, enérgicos, tranquilos, A
caminan sin dudar
hacia un futuro B
que tramándose
está con estos hilos A
de un presente en
fervor de claroscuro. B
JORGE
GUILLÉN
Redondilla. Estrofa de cuatro versos de arte menor, preferentemente
octosílabos, que riman en consonante en abba:
Hombres necios que acusáis a
a la mujer sin
razón, b
sin ver que sois
la ocasión b
de lo mismo que
culpáis a
SOR JUANA INÉS DE
LA CRUZ
Cuarteta. Estrofa de cuatro versos de arte menor con rima
consonante abab:
Luz del alma, luz divina, a
faro, antorcha,
estrella, sol... b
Un hombre a
tientas camina; a
lleva a la
espalda un farol. b
ANTONIO
MACHADO
Copla. Estrofa de cuatro versos de arte menor, generalmente
octosílabos, con rima asonante en los versos pares y sin rima en los impares (-a-a):
Me quisiste, me olvidaste —
y me volviste a
querer a
zapato que yo
deshecho —
no me lo vuelvo a
poner a
Quintilla. Estrofa de cinco versos de arte menor con dos rimas
consonantes que se combinan de distintas formas. Esta combinación queda a
voluntad del poeta, siempre y cuando se cumplan tres condiciones:
1) ningún verso puede quedar sin rima
2) no puede haber tres versos seguidos con la misma rima
3) los dos últimos versos no pueden formar pareado
Así, las combinaciones
posibles son: ababa, abaab, abbab, aabab,
aabba.
Cualquier prisión y dolor a
que se sufra es
justa cosa b
pues se sufre por
amor a
de la mayor y
mejor a
del mundo y la
más hermosa b
Cancionero general
Quinteto. Estrofa de cinco versos de arte mayor y rima consonante
con las mismas normas que la quintilla. Las rimas más frecuentes son: ABAAB,
ABBAB, ABABA:
Cruje la tierra, rueda hecha pedazos A
la ciudad, urge
el miedo a la concordia, B
siervo y señor
confúndense en abrazos: A
bosques las
calles son, bosques de brazos A
que piden al
Señor misericordia B
JOSÉ MARTÍ
Lira. Estrofa de cinco versos en la que se combinan heptasílabos
(1º, 3º y 4º) y endecasílabos (2º y 5º), que riman en consonante el 1º con el
3º y el 2º con el 4º y el 5º.
Si de mi baja lira a
tanto pudiese el
son que en un momento B
aplacase la ira a
del animoso
viento b
y la furia del
mar el movimiento B
GARCILASO DE LA VEGA
Octava real. Estrofa de ocho versos endecasílabos que riman en
consonante con la estructura ABABABCC:
No las damas, amor, no gentilezas A
de caballeros
canto enamorados, B
ni las muestras,
regalos y ternezas A
de amorosos
afectos y cuidados; B
mas el valor, los
hechos, las proezas A
de aquellos
españoles esforzados, B
que a la cerviz
de Arauco no domada C
pusieron duro yugo
por la espada C
ALONSO DE ERCILLA
Décima. Estrofa de diez versos con distintas combinaciones. La más
conocida es la décima espinela:
abbaaccddc, con versos octosílabos y rima consonante:
Yo arrastro una pesadilla a
desde que era
adolescente: b
la de un río de
aguardiente b
y un padre
ahogado en la orilla. a
Cuántas veces la
mejilla a
se me mojó sin
querer. c
Cuántas veces la
mujer c
que en su vientre
me llevara d
me hizo escampar
en su cara d
cuando yo empecé
a llover c
ALEXIS DÍAZ
PIMIENTA
2. El poema.
El poema es la realidad
rítmica máxima y primordial, bien porque puede elevar una estrofa a categoría
de poema, bien porque puede estar constituido por varias estrofas.
2.1. División
En cuanto a su forma,
pueden ser:
Poemas estróficos. Son aquellos que están estructurados en
estrofas:
- Poemas monoestróficos, que constan de una sola
estrofa.
- Poemas poliestróficos, constituidos por varias
estrofas. Ej: el soneto o la sextina.
Poemas no estróficos. Son aquellos que no están estructurados en
estrofas. Suelen mantener uno o dos tipos de versos, alternando a voluntad del
poeta. Ej: el romance o la silva.
2. 1. 1. Formas estróficas.
Villancico. Poema popular tradicional compuesto generalmente por
versos octosílabos o hexasílabos, distribuidos según el siguiente esquema:
1) estribillo de dos o cuatro versos, que anuncia el
tema.
2) mudanza, constituida por una estrofa o varias, que
frecuentemente es una redondilla.
3) vuelta o enlace: un verso de enlace y uno o dos versos
que repiten total o parcialmente estribillo:
Verde verderol
endulza la puesta
del sol Estribillo
Palacio de
encanto
el pinar tardío
arrulla con
llanto
la huida del río Mudanza
Allí el nido
umbrío Enlace
tiene el
verderol:
Verde verderol
endulza la puesta
del sol
JUAN RAMÓN
JIMÉNEZ
Soneto. Está formado por 14 versos endecasílabos de rima consonante
distribuidos en cuatro estrofas: dos cuartetos y dos tercetos. Normalmente, el
tema se enuncia en los dos primeros cuartetos y se desarrollan en los tercetos:
Dulce soñar y dulce congojarme,
cuando estaba
soñando que soñaba;
dulce gozar con
lo que me engañaba,
si un poco más
durara el engañarme.
Dulce no estar en
mí, que figurarme
podía cuanto bien
yo deseaba;
dulce placer,
aunque me importunaba,
que alguna vez
llegaba a despertarme.
¡O sueño, cuánto
más leve y sabroso
me fueras, si vinieras
tan pesado,
que asentaras en
mí con más reposo!
Durmiendo, en
fin, fui bienaventurado;
y es justo en la
mentira ser dichoso
quien siempre en
la verdad fue desdichado.
JUAN BOSCÁN
2. 1. 2. Formas no estróficas.
Romance. Poema formado por una serie ilimitada de versos
octosílabos que riman en asonante los pares y quedan libres los impares:
Romance que
dizen Triste estaba el padre Santo
Triste estaba el
padre Santo,
lleno de angustia
y [de] pena,
en Santángel, su castillo,
de pechos sobre
una almena;
su cabeza sin
tïara,
de sudor y polvo
llena,
viendo a la reina
del mundo
en poder de gente
ajena;
los tan famosos
romanos
puestos so yugo y
melena,
los cardenales
atados,
los obispos en
cadena,
las reliquias de
los sanctos
sembradas por el
arena,
la vestimenta de
Cristo,
el pie de la Madalena ,
el repucio y la
vera cruz
hallado por santa
Elena,
las iglesias
invioladas,
sin dejar cruz ni
patena;
el clamor de las
matronas
los siete montes
atruena,
viendo sus hijos
vendidos,
sus hijas en mala
estrena;
cónsules y
senadores
de que sacasen su
cena
por faltalles un
Horacio
como en tiempo de
Porsena […]
Silva. Es un poema formado por una serie ilimitada de versos
endecasílabos y heptasílabos, combinados a voluntad del poeta, con rima
consonante, si bien algunos versos pueden quedar sueltos:
Era del año la estación florida
en que el mentido
robador de Europa
—media Luna las
armas de su frente,
y el Sol todos
los rayos de su pelo—,
luciente honor
del cielo,
en campos de
zafiro pasce estrellas;
cuando el que
ministrar podía la copa
a Júpiter mejor
que el garzón de Ida,
—náufrago y
desdeñado, sobre ausente—,
lagrimosas, de
amor, dulces querellas
da al mar; que
condolido,
fue a las ondas,
fue al viento
el mísero gemido,
segundo de Arïon
dulce instrumento […]
Soledades de GÓNGORA
Poema de versos libres. Composición que prescinde de la rima, del
cómputo silábico y del ritmo conceptual, centrándose en la consecución de un
ritmo interno basado en ciertas recurrencias de orden lógico, repetición de
palabras y estructuras sintácticas, paralelismos, simetrías… Es un recurso
expresivo que responde a un afán de desligarse de las ataduras de la métrica
tradicional, por lo que no debe extrañar que ciertos síntomas aparezcan ya en
el Romanticismo.